miércoles, 28 de enero de 2009

HISTORIA DE CARATAUNAS



La Historia de Carataunas

Carataunas es un pueblecito de la provincia de Granada perteneciente a la comarca de las Alpujarras. Es partido judicial de Órgiva. Está situado en la vertiente Sur de Sierra Nevada desde donde se divisan las nieves perpetuas y el mar. Carataunas posee un paisaje de incomparable belleza.

No existen datos fehacientes de la fundación de Carataunas, aunque podemos datarla en algún momento de la dominación musulmana de la península, durante el período árabe-andalusí, pues su nombre actual proviene del vocablo árabe Caratamuz, que es sinónimo lugar de tranquilidad, también significa "tierra de launa" por las canteras que aquí existen de esa tierra arcillosa.

Este pueblo formó parte del Señorío de Órgiva, donado por la reina Isabel la Católica al Gran Capitán, Gonzalo Fernandez de Córdoba. Este Señorío estaba formado por Órgiva, Cañar, Soportujar, Carataunas y otros pueblos desaparecidos como Barja. Según la tradición cada pueblo del Señorío tenía un oficio y a Carataunas le correspondió la Administración de la Justicia; de aquí la existencia de unos huertos llamados de la Inquisición donde estuvieron ubicadas las cárceles.

Desde la época árabe existieron industrias de seda debido al gran número de árboles de moral. También industrias vinicultoras, explotación de minas de hierro ubicadas en el lugar llamado "La Perica", canteras de yeso extraido y transformado de forma muy primaria. También han existido, hasta hace poco, molinos de aceite y de harina muy rudimentarios.

Dada su mucha industria tenía buenos recursos económicos, de ahí la suntuosidad de su iglesia barroca del siglo XVI. Posteriormente, sufre las consecuencias de la expulsión se los árabes, quedando a ser un asentamiento despoblado. Cuando se realiza la repoblación de la Alpujarra en tiempos de Felipe II a finales del siglo XVI, Carataunas se repuebla con cristianos viejos traídos de Galicia, Castilla-León y Portugal, son trece los primeros que vinieron y otros tantos para repoblar Barjal, hoy día desaparecido por una crecida del Río Chico a últimos del siglo XVII. Fue precisamente Felipe II quién concedió a Carataunas el titulo de Villa.

Debido al aislamiento geográfico de la Alpujarra, a lo largo de la historia, Carataunas, al igual que otros pueblos de la comarca, ha desarrollado una cultura propia y diferenciada, que tuvo su esplendor en la época árabe, toda la Alpujarra era un importante emporio agrícola especializado en la producción de seda.

Actualmente hay censados en Carataunas 262 personas que viven de la construcción, la explotación agrícola y ganadera sobre todo ganado cabrío, también avestruces, jabalíes, venados, pavos reales, gallinas de Guinea, etc.

Carataunas es uno de los pueblos más bellos de la Alpujarra. Su paisaje sereno, tranquilo y de extrema belleza, su gente sencilla, amable y acogedora, su buen clima, abundante agua y buena situación geográfica hacen de este precioso pueblo un lugar especial para vivir, descansar y olvidarse del bullicio de los grandes pueblos y ciudades.

Carataunas se encuentra a una distancia de 65 Km de Granada capital (se accede desde la 348 en la cual se encuentra el desvió por el que se llega a la 330 carretera comarcal, ésta es de montaña). Separan a Carataunas de Motril 41 Kms.

Se encuentra a 800 metros de altura y junto a Cáñar y Soportújar son los primeros pueblos blancos de la denominada Alpujarra Alta en la falda meridional de Sierra Nevada.

Carataunas, con sus 4,66 Km de superficie, es el pueblo más pequeño en extensión física de la Alpujarra. Situado a una latitud de 36º55' Norte y una longitud de 3º24' Oeste, se extiende de forma alargada desde el río Chico al noroeste, hasta el río Poqueira al Sureste, limitando con los pueblos de Órgiva, Cáñar, Soportújar y Pampaneira.

En cuanto a la población, sus 262 habitantes lo conviertenen en el tercero menos poblado de la comarca alpujarreña, después de Lobras y Juviles. Dicha población, cuyo gentilicio es el de Caratauneros/as o gatos/as, se halla distribuida entre el núcleo urbano del pueblo, un anejo llamado Cañaillas-Padre Eterno (situado a unos 4 Km de éste) no perceptible desde el mismo por la interposición de una pequeña elevación del terreno llamada Lomilla del Aire, donde desde tiempos inmemorables se encuentra una pequeña ermita dedicada a la veneración de la imagen del Padre Eterno ( de la forma de este icono sólo existen una o dos imagenes). Las caracteristicas de este son muy peculiares, pues son sus cortijos muy antiguos y hechos con piedra autóctona, aunque muchos de ellos están blanqueados y adornados con tinaos en su entradas.

Patrimonio Turístico y Rural

Pese a ser un pueblo de montaña, Carataunas goza a lo largo de todo el año de un clima mediterráneo debido a la posición orientada hacia la boca de la mar, de hecho, en días claros puede observarse el mar a simple vista desde algunos de sus previlegiados miradores, de los que destaca uno dedicado al recuerdo de Federico Garcia Lorca, desde donde se divisa el Cortijo de Pollo-Dios, lugar donde se inspiro este inlustre escritor para posteriormente escribir "La casada infiel", desde este lugar se domina una extensa panorámica divisándose el mar Mediterraneo entre Motril y Salobreña, así como los pueblos de Cañar, Soportújar, Bayacas, Órgiva, parte de la contraviesa y Sierra Lujar.

Sus viviendas perfectamente adaptadas a la orografía del terreno, que se ordena en estrechas calles con una arquitectura típicamente alpujarreña, con cubiertas planas y tinaos que conectan las partes superiores de algunas viviendas.

El campo que rodea al pueblo está adornado de castaños, nogales y olivos,almendros, higueras y naranjos en abundancia, así como de matorrales de alcaparras (cuyo fruto se recoge y consume encurtido en los meses de verano), romero, tomillo y retama, y en invierno cerrajas e hinojos (muy utilizados en la gastronomía típica formando parte de los pucheros) que crecen en terrenos arcillosos, en los que predominan los barrancos, las terrazas y los bancales cultivados por los propios lugareños.

http://wikanda.granadapedia.es/wiki/Carataunas

PAISAJES Y LUGARES ESPECIALES

MONUMENTOS

SUS GENTES



Fotos de Clotilde
Clotilde es vecina de Carataunas donde vive con su marido y una de sus hijas. Su gran pasión son las manualidades a las que les dedica el poco tiempo libre que tiene, incluso quitándole horas al sueño, porque según la propia Clotilde, le encanta y se distrae y le hace olvidarse de sus preocupaciones.
Su afición por la creación de tejas decoradas surgió cuando, en el centro Guadalinfo de Carataunas y con la colaboración y apoyo del Ayuntamiento, se realizaron talleres de manualidades que los usuarios y usuarias del centro buscaban en internet. Uno de esos talleres fue, precisamente, el de decoración de tejas simulando fachadas de casas y otros lugares. Los usuarios y usuarias tomaban como patrón las imágenes que se encontraban en la red y con pasta de modelar, pintura y una gran dosis de imaginación y paciencia iban recreando ambientes sobre una teja. Una vez terminados los trabajos se realizó una exposición con ellos durante la Semana Cultural de Carataunas que tuvo gran éxito y espectación entre las personas que acudieron a verla.
Después de esto, Clotilde ha seguido creando tejas decoradas en su casa. Su imaginación y el cariño que le pone no tiene límites. Ha conseguido que simples tejas de tejado se conviertan en un horno de pan con sus palas para sacar el pan, sus tenazas, cestos, tablas, leña, artesas,... En un decorado de la típica "matanza" con sus útiles para picar la carne, sus calderos, su chimenea, sus jamones, chorizos y morcillas, sus platos y fuentes granadinos... en un patio andaluz lleno de macetas con hermosas flores, sus sillas para tomar el sol incluso una guitarra para amenizar la velada.... una hermosa cocina con su fregadero típico granadino.... una chimenea con sus repisas cargadas de detalles, platos, botijos, estrevedes, tenazas.... y un largo etc.
Clotilde es un claro ejemplo de imaginación, cariño, ilusión y perseverancia ya que, a pesar de ser una mujer muy ocupada en su día a día, siempre encuentra un ratito para dejar paso a su creatividad realizando estos hermosos trabajos que como ella misma dice: "Hacen que a una se le despeje un poco la cabeza y sirven para relajarme"








FIESTAS, TRADICIONES, COSTUMBRES

CUENTOS Y LEYENDAS


EL CUENTO DE "MARÍA TURURA"
Cuento popular


"Había una vez en un pequeño pueblo de La Alpujarra una niña que vivía con su padre y su madre en una modesta casita. La niña se llamaba María Turura. La vida de esta familia transcurria tranquilamente entre el trabajo del campo y el trabajo de la casa.
Como cada día aquella mañana la madre se levantó temprano para encender la chimenea y calentar el hogar mientras preparaba el desayuno para su hija y su marido. Después despertó a María Turura porque antes de desayunar tenía que dar de comer a las bestias y a las gallinas.
Mientras María Turura alimentaba a los animales, la madre llamó a su marido para desayunar. La esposa se extrañó de que el hombre no contestara. Cuando María Turura entró en la cocina, la madre le dijo que fuese a ver qué le pasaba a su padre. La niña entró en la habitación y llamó a su padre:
- Pápa, pápa....
Pero nadie respondió. La niña le tocó y sintió el frío gélido de la muerte. Corriendo fue a la cocina a avisar a su madre.
- Máma, máma, - dijo la niña gritando - el pápa no se mueve y está mu frío.
- ¿Qué dices criatura? - dijo la madre que en seguida se puso pálida de pánico - ¿qué me estas diciendo?
La madre corrió a la habitación y comprobó lo peor. Su marido estaba muerto. Dando gritos de dolor la mujer salió a la calle para avisar a sus vecinos.
- Mi marido ha muerto, se ha muerto mi hombre, ¡Dios mío, qué desgracia!
Todos los vecinos salieron a socorrer a la pobre mujer que gritaba desesperada.
María Turura se quedó en casa y se puso a llorar. Su papá se había muerto y ahora estaban solas ella y su mamá.
Lamaron al cura y se procedió con el entierro del pobre hombre. La mujer no dejaba de llorar y a gritar:
- ¿Y ahora quién nos va a ayudar a seguir pa lante? ¿Cómo vamos a sacar to el trabajo que tenemos?
Después del entierro, los días se iban haciendo cada vez más duros, faltaba el dinero y escaseaba la comida.
Un día, la madre vendió 3 sacos de papas, 2 cajas de tomates y 5 lechugas, con el dinero que sacó de la venta, llamó a María Turura para hacer un encargo.
- María, ve a cal carnicero y compra una asadura.
Cuando la niña vió el dinero en sus manos se puso muy contenta pensando en todo lo que podría comprarse, chicles, pipas, y unas cosas muy blanditas que llamaban "nubes" y que olían muy rico. Pero claro, solo tenían ese dinero y no podía gastarlo en sus caprichos. María Turura se puso muy triste, pero derrepente una idea le rondó la cabeza.
- Puedo ir al cementerio, - pensó la niña - desenterrar a mi padre, sacarle la asadura y llevarla a mi madre, así yo me quedo con el dinero. Y así lo hizo.
La niña llevó la asadura de su padre a su madre y ella se quedó con el dinero.
La madre preparó la asadura friendola en una sartén. Cuando estuvo hecha la puso sobre la mesa y se dispusieron a cenar.
La niña dijo que no tenía hambre y no cenó. Más tarde se fueron madre e hija a la cama a descansar. Estaban durmiendo plácidamente cuando a las 12 en punto de la noche sonaron las campanadas, tristes, del reloj de la iglesia del pueblo.
La niña se despertó asustada y escuchó... Las campanadas sonaban de forma diferente. Se tapó la cabeza con la sábana e intentó cerrar los ojos. De repente escuchó la voz de ultratumba de su padre:
- ¡María Turura, dame mi asaduraaaaaaaa, que no la quiero fritaaaaaaaa, que la quiero crudaaaaaaaaa!
La niña corrió donde su madre
-¡Ay mamaita! ¿quien será?
- ¡Callate hijita que ya se irá!
- Que no me voy, por la habitación voy - dijo la voz.
Otra vez volvió a escucharse la voz escalofriante del padre:
- ¡María Turura, dame mi asaduraaaaaaaa, que no la quiero fritaaaaaaaa, que la quiero crudaaaaaaaaa!
-¡Ay mamaita! ¿quien será? - volvió a decir la niña acurrucandose contra su madre.
- ¡Callate hijita que ya se irá! - volvió a decir la madre
- Que no me voy, que por la almohada voy - repitió la voz.
Pasó tan solo un instante cuando la voz se escuchó de nuevo:
- ¡María Turura, dame mi asaduraaaaaaaa, que no la quiero fritaaaaaaaa, que la quiero crudaaaaaaaaa!
-¡Ay mamaita! ¿quien será? - repitió la niña cada vez más asustada
- ¡Callate hijita que ya se irá! - la consoló la madre.
- !Que no me voy, que por tus pelos voy!"

FIN

CUENTO DEL DUENDE Y EL BÚHO
Cuento inventado por Yoel López López, 7 años


"Había una vez un duende que vivía en una seta de chocolate en el bosque. Cerca de su casa pasaba un río de aguas azules y transparentes. Todas las mañanas el duende atravesaba el río para comprar comida en el mercado del bosque. Le gustaba mucho hablar con sus amigos, el oso carnicero, la nutria pescadera y el lobo panadero.
Un día el du
ende conoció a un nuevo animal del bosque que había viajado mucho por todo el mundo; era un búho muy sabio.
El duende y
el búho se hicieron muy amigos y todos los días se reunían en la seta de chocolate para jugar al ajedrez y contarse historias.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Si quieres que te lo cuente
otra vez cierra los ojos y cuenta hasta tres."

FIN

CAPERUCITA SIN PIERNAS

Cuento inventado por Laura Ortíz Pino, 8 años

"Erase una vez una niña llamada Caperucita Sin Piernas. Le gustaban los antifaces, los animales, los conejos, los pingüinos y las cajitas de cristales. Le encantaba montar a caballo y le gustaba asustar a la gente con ayuda de sus otros amigos sin piernas. Pero llegó un día que se fue toda la gente porque vinieron los guerreros. Caperucita se divertía un montón aunque se hubiese ido la otra gente. Ella se seguía divirtiendo con sus amigos sin piernas. Un gran día llegó un hada al mundo sin piernas y les concedió a todo el mundo unas maravillosas y fuertes piernas con las que podían correr, saltar e incluso hacer competiciones. Y colorín colorado este cuento se ha acabado."

FIN



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